martes, 23 de diciembre de 2008

¿un amigo en su camino?

Sigo con el tema anterior del "mega" operativo en alto bío bío. (Pongo mega entre comillas, porque en realidad fue todo tan lento, tan artesanal, tan mula...)

El cuento es que yo estuve colaborando mano a mano con los señores carabineros y bomberos para guiarlos al lugar. Fueron llegando de a poquito, hasta juntarse como 15 personas. La primera parte fue bien chistosa, porque justo había ido al auto para ver si había llegado alguien y el chofer me dio un vaso de pisco sour porque estaba tiritando de frío (había una lluvia y un viento horrible). Y justo en eso llegan los primeros pacos. ¿Quién tuvo que guiarlos al lugar? La Pfeiffer!!! con el estómago vacío, un copete en el cuerpo -q se me fue al tiro a la cabeza- y ahí tuve que ir corriendo por un potrero con 4 pacos detrás. Espero que no se me haya notado que iba media chuequita. jeje.

Harto rato después tuve un encuentro con el gran jefe de los señores de verde:
verde: ¿y quién está a cargo de esto?
la pfeiffer: ricardo. que anda por allá.
verde: ¿y tiene los papeles?
la pfeiffer: supongo.
verde: porque necesito ver los permisos para que hagan esto. ¿tiene los papeles?
la pfeiffer: mmm, supongo pues, si llevan 18 años en esto.
verde: porque si no lo llevo al tiro a la fiscalía y tiene que declarar. No puede ser posible todo esto. Necesito ver esos papeles.
la pfeiffer: oiga jefe, pero por qué no nos concentramos en el rescate mejor?
verde: grrrrrrrrrr
la pfeiffer: sí pues, esta niña lleva más de una hora ahí, debe estar con hipotermia. Mejor concentrémonos en el rescate y de ahí vemos los temas administrativos. ¿no le parece?
verde: grrrrrrrrrrr. grrrrrrrrrrrrr. grrrrrrrrrrr. grrrrrrrrr. $#%&#. grrrrrrrrrrrrrrrrrr.
la pfeiffer: ehhh. permiso ya vuelvo.

Ya era tiempo de huir, xq don verde se estaba poniendo rojo. Creo que no le gustó mucho lo que dije. Buena onda los "un amigo en su camino", pero por dios! prioridades son prioridades!

domingo, 21 de diciembre de 2008

Por favor no siga a su guía

A veces me encantaría poder publicar una lista de recomendaciones que incluya: por favor, no siga a su guía.

Estuve 3 días en alto biobio. Todo muy bueno, excepto por ayer. Por intuición divina decidí no tirarme en rafting en el Bíobio. Llovía torrencialmente, salieron después de las 12 (cuando las represas ya habían soltado el agua) y el río venía a FULL. Aparte los organizadores ni siquiera tenían una radio, ni mucho menos un kayak de apoyo por si alguien se caía.

Me molestaron todo el rato q era cobarde, arrugona y me hacían ruido de gallina. No hice caso y no cedí. A mí NO me lanzaban al agua!

Cuento corto: se cayó una de las niñas se sernatur en un rápido. La balsa no pudo agarrarla y pasó de largo sin posibilidades de poder regresar. La fuerza del agua era tanta que no pescó ni chaleco salvavidas, ni traje de agua y un remolino la tiró pa abajo. Con el Ricardo (el fotógrafo), un camarógrafo del mega y el organizador del cuento, estábamos de testigos desde un acantilado empapados por la fuerte lluvia, impotentes, sin poder hacer nada más que esperar, rogar y buscar algún indicio de ella. Fueron un par de minutos eternos, hasta que re apareció y después de como 3 intentos y 20 minutos en el agua logró salir a una orilla. Y no había cómo rescatarla de ahí!!! porque por un lado estaba el acantilado, por el otro el rápido. El q estaba a cargo entró como en shock y no sabía q hacer!!! Así que mi fotógrafo y yo lo puteamos para que fuera a llamar a los pacos.

Nosotros la animábamos desde arriba para que no se dejara vencer por la hipotermia. Después de mucho rato tuvimos mega operativo en alto biobío. Llegaron los pacos y bomberos con cero preparación, cero arnés y apenas unas cuerdas para caballo, pero lograron subirla. Se demoraron 2 1/2 horas en rescatarla desde que se cayó de la balsa.

Para mí fue pura obra divina que se haya salvado. No estaba herida y sólo estaba con algo de hipotermia, pero la llevaron a la posta y se recuperó rápido.

Eso me hizo pensar en mi viaje anterior en Cerro Castillo y la diferencia en preparación, tecnología, seguridad, etc, etc. La diferencia de un equipo bien organizado, bien preparado como la Escuela de Guías de la Patagonia versus una empresa que ofrece turismo aventura sin tomar resguardos.

El problema es que la mayoría de la gente no sabe de estas cosas, no hace diferencia y simplemente sigue al pie de la letra a sus guías y confía en ellos. Pero te das cuenta que si no existe la preparación pasan cagadas como estas. Y de verdad que pudo haber sido algo mucho peor.

Efectos secundarios tras 10 horas a caballo

En la mañana regresé de un viaje a Alto Biobío. (Casi) todo estuvo muy bueno. Incluida una cabalgata preciosa entre araucarias. La lata fueron las 10 horas arriba del caballo, que tuvieron varios efectos. Aparte de los típicos dolores de "asentaderas", espalda, piernas y machucones varios, tuve tres efectos extraños:

-En la última parte estaba tan chata que decidí dejar las 4 patas ajenas y caminar en las 2 propias. Fue tan liberador que me fui trotando casi 1 hora cuesta abajo. Incluso creo que fui poseída por una ardilla del monte (ojo! Ardilla, no monito), porque a ratos me fui saltando y silbando. Felicidad extrema!!!

-Existe el mareo de tierra cuando uno se baja de un barco y siente que la cabeza se mueve como en forma lateral. Pero no tenía idea que existía el mareo de caballo. Y el movimiento se parece harto al de la lavadora cuando está centrifugando.

-Delirio antes de dormir. Cuando me fui a dormir, era cosa de cerrar los ojos y ponerme a soñar arriba del caballo. Tuve un par de pesadillas en que me caía, que se fueron intercalando con tranquilas imágenes al son de la cabalgata. Y siempre, siempre con la imagen café claro de mi equino Bernardo.

5 días de caminata por el castillo de roca y hielo


Así titulé el tema sobre la Reserva Nacional Cerro Castillo. Aún no sé cuándo se publica, ni mucho menos si respetarán el nombre. Siempre ocurre eso. Entrego un tema y tengo que esperar a que salga publicado para ver cómo nació mi nuevo hijo. Ojalá lo respeten porque a este retoño le agarré mucho cariño.

Ojalá pudiera publicar los 13.000 caracteres originales que escribí de este viaje, porque realmente fue espectacular, pero sé que no se puede. “Es un tema muy de nichos”, me dijo el editor. ¡Claro! el cuento del turismo tortura, que esto es para gringos, etc, etc, etc.

Quizás cuando ya salga a la luz, publique acá la versión original.

Acá algunos párrafos de adelanto:

* -¿Y habías hecho algo así?– Me pregunta uno de los guías.
-Una vez hice la “W”.
-Mmm, bueno, te vas a dar cuenta que eso es casi un camino asfaltado al lado de esto.
-¿Y eso es bueno o malo?
-Depende de lo que te guste. ¡Para mí esto es mucho más increíble!
Y no era broma. No tanto por el nivel de dificultad, sino porque acá la falta de senderos, pasarelas, puentes y buenos camping, hacen todo un poco más complejo para recorrer los 45 kilómetros de este trekking.

* “Que calor que hace che”, me dice uno de los porteadores que me adelanta con paso firme. Lo de hoy es tan inusual que cuesta imaginar la ruta con el clima típicamente patagónico de frío, viento y lluvia.

*Más allá nos tienen preparada nuestra primera sorpresa. Algunos guías se habían adelantado para esperarnos con una mesa repleta de quesos, jamón de distintos tipos, salame, galletas y jugo. Almuerzo que también nos acompañará los siguientes días. “Esto es como en las maratones, pero con quesos”, dice uno de los expedicionarios sonriendo.

*Ahí nos encontramos con el mejor premio del día: una vista increíble del lago entre montañas y bosques, 3 huemules que nos observan a lo lejos y un cóndor planeando casi a la altura de nuestras cabezas. El cansancio, el calor, los pies mojados por el cruce del río. ¡Todo da lo mismo al estar ahí!

*Parte del grupo se adelanta, pero el resto seguimos caminando a paso lento. El ánimo está intacto, pero las ampollas impiden caminar más rápido y las buenas conversaciones tampoco nos apuran.

*Yo subo muy concentrada por la nieve blanda, siempre tratando de pisar por las huellas que van dejando mis compañeros. El grupo se me escapa cada vez que me detengo para tomar una foto, pero decido no apurarme y sólo me concentro en dar pasos firmes para no resbalar y me dedico a disfrutar el increíble paisaje que me rodea en los 360°, que incluye varios glaciares colgantes.

*A las 4:55 AM suena la alarma de mi reloj. Me levanto rápidamente y salgo de la carpa para ver el amanecer. Es demasiado temprano. En el cielo aún hay algunas estrellas, pero no doy pie atrás y decido caminar y esperar la luz. Recién una hora más tarde comienza el espectáculo de montañas rojizas. La luz perfecta sólo dura unos 15 minutos que aprovecho con por lo menos unos 100 disparos con mi cámara. Después decido regresar al campamento, donde ya están calentando agua para el mate. *Esta vista nos parece el clímax de todo el recorrido, pero avanzamos otro poco y quedamos con una vista aún más espectacular. De un lado tenemos este enorme castillo de roca y hielo. Del otro lado el valle del río Ibáñez, el San Valentín –la montaña más alta de la Patagonia– y muy a lo lejos el lago General Carrera.