jueves, 30 de abril de 2009

Encuentro con gigantes

Foto © Boris Pfeiffer

Septiembre de 2002. Península Valdés, Argentina.

El año anterior ya habíamos estado en este lugar con mis hermanos, pero esta vez decidimos subirnos a un bote de pesca mucho más pequeño y un poco más alejados de la ruta de turismo convencional. ¿La meta? un encuentro más cercano.

Pasaron un par de minutos y ahí estaban. Una, dos, tres ballenas franca. Enormes, de 17 metros, muchísimo más grandes que nuestro barco. No son nada de peligrosas, pero sí excesivamente curiosas y sentirse tan pequeños pone nervioso a cualquiera, especialmente cuando se pasean por debajo de la embarcación.

Una saca la cabeza para observarnos y resopla con mucha fuerza. La otras dos hacen lo mismo y se sumergen mostrándonos sus enormes colas. Repiten la operación una y otra vez. Sus movimientos son muy lentos y armónicos, extremadamente fotogénicos, situación que aprovechamos haciendo buenas tomas.

A veces respiran tan cerca de nosotros que nos llega su mal aliento o nos mojan las cámaras. A ratos se pierden, pero pronto regresan, o quizás aparecen otros ejemplares que se acercan curiosos ante este animal de metal flotando en sus aguas.

Dos de ellas se ponen flotando cabeza abajo y con ¾ de cuerpo afuera. Están tan cerca que podríamos tocarlas, pero el capitán nos dice que sería una pésima idea porque son demasiado sensibles al tacto y les podría provocar un tiritón tumbándonos el barco. Mala idea!!!

En el ambiente hay asombro y respeto. El motor del barco está apagado, nosotros en profundo silencio y el mar en perfecta calma. Nada interrumpe la escena, ya ni siquiera los clics de las cámaras, porque a esas alturas no queda ningún rollo (sip, rollos: año 2002). Se quedan por lo menos 15 minutos en esa posición, hasta que se sumergen. Esperamos un buen rato, pero no aparecen por ningún lado.

“Y bueno chicos. ¿Y ése si que fue espectáculo de despedida eh?”, interrumpe el silencio el capitán. De inmediato salimos del estado atónito y comenzamos con chiflidos, garabatos, risas, abrazos, comentarios e incluso aplausos. ¡Chaoooooooooooooooooooo ballenas! Gritamos a todo pulmón mientras el barco avanza hacia la orilla.

jueves, 23 de abril de 2009

El arte de vacacionar


mmm... definitivamente tomarme vacaciones es algo muy raro, porque ser turista y pasear es mi trabajo. Así que tomarme vacaciones paseando es raro.
A veces extraño ese tiempo cuando no tenía cámara, ni vendía fotos ni textos, cuando no pensaba en el potencial turístico de un lugar, ni andaba creando proyectos. Extraño ese tiempo cuando sólo me dejaba sorprender por un lugar y lo disfrutaba para mí, sin pensar en cómo compartirlo.
Al principio estaba confundida y gruñona. Es que estaba en plena Patagonia, con los colores perfectos del otoño y yo y mi cámara impotentes: imposibilitada de poder exigir que el bus se detuviera o llegando siempre a destiempo a la buena luz para fotografiar. Horror de horrores!
Una parte de mí sigue gruñendo porque el otoño estaba ahí y no pude retratarlo como debía. Otra parte de mí está más que satisfecha, porque me obligó a observar por horas desde una ventana en movimiento y aprender a tomar fotos mentales. Siiiiiiiii... como antes!!! El viejo arte de vacacionar, observar, disfrutar y recordar.

El mejor patio trasero


He ido tres veces a Raúl Marín Balmaceda (RMB). Dos por trabajo y una por vacaciones (de colada), lo que da un total de tres visitas de placer.
A principios de febrero publiqué en la tercera un tema sobre este lugar. Originalmente lo titulé “El nuevo paraíso de la Carretera Austral”, pero lo publicaron como el “Secreto de la Carretera Austral”. Ambos me gustan, porque ambos retratan muy bien este lugar, algo así como el paraíso desconocido.
En realidad para mí RMB es sinónimo de Fundo los Leones, porque es el único sitio que está realizando turismo de verdad. El tema del turismo comenzó hace poco en el Fundo. Tienen buenas habitaciones y un paisaje increíble, pero aún faltan varias cosas por hacer. Están definiendo programas, armando rutas, generando proyectos y planeando más infraestructura. Con todo eso se convertirá en un monstruo turístico, estoy más que segura, porque lo que más le sobra a este lugar es POTENCIAL.
Es cosa de mirar el patio trasero (que en estricto rigor es el delantero). El patio del fundo es una verdadera postal: vista al fiordo pitipalena y sus cambios de marea. Nada mejor que verlo temprano en la mañana, con los nubes colándose en las faldas de los cerros, el reflejo en el agua, unas cuantas toninas mostrando sus aletas y cientos de aves haciendo algún alboroto. No me cansaría nunca de ver esa imagen.
Lo cierto es que todo RMB tiene patios traseros como éste. El Fundo los Leones ya los está mostrando, ahora falta que el resto del pueblo también se ordene, proyecte y decida por el turismo. ¿Quién sabe? quizás de aquí a 10 años esté titulando en la tercera otro tema:
RMB, el pueblo que hace furor en la Patagonia.
¿Por qué no?

Earth


Ayer fue el día de la Tierra y para celebrarlo fui a ver Earth, película de Disney + BBC en un nuevo proyecto llamado Disneynature.
A los que les gusta la naturaleza más que el cemento, a los que se emocionan cuando ven un paisaje, o los que disfrutan Discovery, Nat Geo y Animal Planet... les va a encantar.
El cine estaba bastante lleno y en toda la película escuché miles de wow, ohhhhhh!!! risas y un sincero aplauso al final. Realmente las escenas son demasiado bien logradas, es una muy buena historia y lo mejor de todo es que no tiene nada de ficticio y la protagonista absoluta es la Tierra. Aquí no hay humanos (excepto al final cuando muestran cómo filmaron), ni nombres del tipo el “ballenato josefino”. Mirad como el ballenato josefino lucha por su sobrevivencia. No hay nada de eso, es 100% realidad y esa realidad sin aditivos artificiales asombra, conmueve, engancha.
Diría que todos salimos en estado zen, con caras de relajo y sonrientes. El gran problema fue salir de la sala y recibir la cachetada de cemento.

martes, 21 de abril de 2009

New York, L.A., Bariloche y Chile

En septiembre de 1998 tuve la oportunidad de viajar gratis a gringolandia al lugar que ven en la foto. ¿Una típica calle de New York? Nones! Sí un típico set de serie gringa de los estudios de la FOX en L.A. Esa calle era realmente como estar en NY y me sentía de lo más top, pero a la vuelta había escenas como éstas que me hacían volver a la realidad:

¿Qué tiene que ver todo esto con Bariloche? Demasiado. He ido varias veces a esta ciudad argentina y siempre salgo con esa misma sensación de set de tv. Uno se pasea por una calle repleta de construcciones en madera y piedra, todo muy bien cuidado, chocolaterías, cafés, tiendas repletas de souvenir, otras repletas de ropa técnica, argentinos simpáticos ofreciéndote remeritas, chocolates y camperas de cuero, turistas felices, gente “bien” y olor a chocolate caliente. Todo coronado por (léase en argentino) las hermosas callecitas del centro cívico, con sus construcciones hechas en piedra y maderas 100% nativas de las más nativas de las nativas originales del mundo y, como si esto fuera poco, al fondo una verdadera postal con uno de los lagos más hermosos de la Patagonia y perros san bernardo que son los más gigantes de todo Sudamérica.


Pero basta “equivocarse” y caminar una cuadra de más para llegar al Bariloche de verdad. Ahí aparecen las micros, calles sucias y el argentino promedio. O basta pasearse una vez que oscurece y ver cómo aparecen los niños pidiendo, los vagabundos, las tribus urbanas y los lanzas. Nunca he entendido ese cambio tan drástico. ¿Dónde anda la gente de verdad en el resto del día?


Antes solía decir que Bariloche era una ciudad de mentira construida para el turista. Me equivoqué, en realidad Bariloche es una ciudad más que real, pero con una calle tipo set de tv para satisfacer al turista. Opinión que se puede extender para ciudades como El Calafate o Ushuaia


Y no digo que sea malo. Más bien diría que es bastante inteligente y vendedor, por lo menos mucho más que la presentación de varias de nuestras ciudades y pueblos, donde el plano regulador parece q obliga combinar latón, con rosado, amarillo, latón, verde agua, madera, latón, concreto sin pintar, latón, blanco, rosado, madera con pintura descascarada, latón... etc, etc, etc...